El protagonista de “El Club de la Pelea” estaba loco, pero tenía algunas características que, a pesar de todo, lo hacían un buen líder.
Hay una falta seria de líderes carismáticos, apasionados y francamente “badass” en el mundo de las startups. Hablo de aquellas personas que no temen dar su punto de opinión, pelean por lo que creen y se atreven a dirigir desde las trincheras.
Cuando “El Club de la Pelea” salió en 1999 yo tenía 16 años. Todos mis compañeros de clase repetían frases del filme y pretendían ser Tyler Durden. Mis amigos y yo incluso empezamos un club de box en mi garaje, de tal modo que la película trascendió a mi realidad diaria.
Voy a decirles por qué Tyler Durden era un líder tan efectivo. No estoy diciendo que deberíamos romper la ley y volvernos anarquistas como él, pero ¿te imaginas que todos pudiéramos liderar de una manera tan efectiva?
Tyler Durden tenía seguidores que escuchaban cada palabra que decía y, a través de su ejemplo, lograba que su equipo consiguiera lo imposible. ¿Qué podrías crear si tuvieras esa capacidad?
Aquí hay algunas ideas sacadas del filme:
1. Pelea por tu loca visión
Les concedo que la visión de Tyler Durden era desquiciada pero nadie puede negar que luchara por ella. Veía cómo era el mundo y no le gustaba. Tenía diferentes planes e iba a los extremos para lograr transformar al mundo.
Elon Musk es un empresario de la vida real que es similar pues ya ha cambiado al mundo ya que gracias a PayPal se transformó la forma en que compramos online. Este hombre bien podría ser el visionario que más impacto ha tenido en la historia gracias a las diversas empresas de billones de dólares que ha creado. El hecho es que siempre pelea por su visión de las cosas.
El Club de la Pelea empezó en el estacionamiento de un bar, luego pasó a un sótano y finalmente se convirtió en un movimiento mundial. Para ser líderes de alto impacto debemos tener una gran visión y estar dispuestos a pelear por ella.
2. Guía con el ejemplo
¿Cuál era la regla número ocho? “Si es tu primera vez en el Club de la Pelea, tienes que pelear”.
Rara vez vimos una escena en la película donde Tyler no estuviera luchando. Creo que hoy en día muchos líderes se sientan a delegar cuando deberían estar empujando a su equipo más allá de sus límites empezando por ellos mismo. Los líderes más efectivos son aquellos que alguna vez también fueron parte del equipo y que subieron gracias a su trabajo duro. Son aquellos que no tienen miedo de arremangarse y mostrarle a su gente cómo puede lograr su gran visión.
3. Toma riesgos
Tyler Durden hacía lo que quería. No escuchaba a nadie, ni siquiera a su débil alter ego (representado por Edward Norton).
Este punto puede ser positivo o negativo, pero lo cierto es que estamos acostumbrados a “jugar a lo seguro” y hacer esto rutinariamente puede llegar a matar la pasión. Si mides todos y cada uno de los pasos que das y no te atreves a tomar nuevas oportunidades, no podrás inspirar.
¿Conoces la sensación que tienes cuando crees que puedes lograrlo todo? Te aseguro que si tomas más riesgos te sentirás más inspirado, tendrás mayor claridad mental, menos miedo y más pasión en tu negocio.
4. Progreso, no perfección
En la película, el protagonista sufre una crisis de identidad porque no importa cuánto compre, no puede encontrar a dónde pertenece. Durden le dice que debe parar de intentar ser perfecto y mejor debe evolucionar.
Es importante entender que nada puede ser infalible todo el tiempo. Las empresas son volátiles y no existe eso del “momento perfecto”. Es mejor vivir bajo la regla del progreso continuo, no la perfección.
Si siempre tratas de ser infalible perderás la ventaja competitiva de la agilidad en los negocios. La evolución trata del progreso, no de la perfección.
5. Sé la persona que quieres ser
Tyler Durden era un pedazo de la imaginación del protagonista; una imagen que el personaje de Edward Norton tenía sobre sí mismo.
La mayoría de nosotros teme ser quien realmente quiere ser. Nos preocupamos demasiado por lo que pensará el resto de la gente o las etiquetas que la sociedad nos impondrá. La ironía de esta situación es que en la película nunca averiguamos cuál era el nombre del personaje de Norton, sólo sabemos quién es el alter ego que creó para sí mismo.
Todos tenemos una imagen de lo que nos gustaría ser. En “El Club de la Pelea”, el Narrador permite que esa imagen se vuelva su realidad.
Tenemos la oportunidad de “reclamar” nuestra propia grandeza. Todos podemos pelear por nuestras “locas visiones”, liderar con el ejemplo, tomar riesgos, concentrarnos en el progreso y no la perfección, y ser las personas que queremos ser.
Si quitamos la parte maniaca, homicida, anarquista y lunática de Tyler Durden, puede ser un gran ejemplo de liderazgo.
Fuente: Soy Entrepreneur
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